El diamante (del griego antiguo αδάμας, adámas, que significa invencible o inalterable) es uno de los minerales más preciados del mundo por sus características físicas.

La mayoría de diamantes naturales se forman en condiciones de presión y temperatura extremas, existentes a profundidades de 140 km a 190 km en el manto terrestre.

Los diamantes son llevados cerca de la superficie de la Tierra a través de erupciones volcánicas profundas por un magma, que se enfría en rocas ígneas conocidas como kimberlitas y lamproitas.